Según los conocedores, Jericó Abramo Masso adeuda 490 millones de pesos a los proveedores del
Ayuntamiento de Saltillo.
Es decir, el mentiroso que presume de
deuda cero, actualmente tiene facturas
sin pagar de alrededor del 33 por ciento del presupuesto anual de la Alcaldía saltillense.
En los corrillos políticos se afirma que luego que Jericó Abramo Masso se echara a los brazos de
“La Coneja” Alejandro Gutiérrez Gutiérrez para que lo relacionara con Manlio Fabio Beltrones, el
ex gobernador Humberto Moreira (creador, mecenas y protector de Jericó) lo mandó llamar para decirle
en su propia cara que era un traidor. Por eso se dice que desde entonces el payaso JAMoncito se quedó
huérfano en la política coahuilense.
En Coahuila, dicen las malas lenguas:
a los beatos los beatifican,
a los santos
los santifican y
a las ratas los ratifican.
Los que saben aseguran que la “senadora” Hilda Flores Escalera no sólo es protegida
de Humberto Moreira Valdés; “por su gran carisma” también cuenta con el apoyo del
priista que coordina el Senado, Emilio Gamboa Patrón, aquel con un fuerte tufo de pedófilo.
¿Con qué dinero fueron adquiridos los medios de comunicación que Humberto Moreira
repartió antes de irse a España, (y para comprarlos requirió de prestanombres
durante su mandato), con los ahorros del ahora ex gobernador de Coahuila,
con recursos públicos, con alguna herencia familiar o con su sueldo del magisterio?
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